El canciller Héctor Timeram volvió a negar la existencia de una diplomacia paralela en el vínculo con Venezuela y esta vez apuntó contra los diputados que hace dos semanas convocaron al ex embajador en Caracas, Eduardo Sadous, para que expusiera sus denuncias sobre el supuesto cobro de coimas para comerciar con el país que preside Hugo Chávez.
El jefe del Palacio San Martín fue particularmente duro con el diputado Alfredo Atanasof (PJ Federal), presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores ante la que se presentó Sadous.
"Atanasof tiene que entender que, como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, debe evitar que su comisión se transforme en un circo romano, donde un grupo de leones se come no a un testigo sino a un testimonio, y lo transforma en un arma para debilitar las relaciones exteriores del país", lanzó Timerman en declaraciones a FM Millenium.
El embate no se detuvo allí. "Atanasof es el responsable del daño que se le está haciendo a la política exterior de la Argentina", completó.
Además, Timerman volvió a rechazar que exista una "embajada paralela" a cargo de los asuntos bilaterales con Venezuela, pese a que hace poco más de diez días se emitió una alerta, de la que dio cuenta , para informarle al canciller que dos empresas que suelen comerciar con Caracas habían sido excluidas de una reunión organizada por el ex secretario privado del ministro de Planificación, Julio De Vido, José María Olazagasti.
"No existe la diplomacia paralela ni con Venezuela ni con ningún otro país. La Cancillería no está al tanto del día a día del comercio con Venezuela y no tiene porque participar de ello", argumentó.
Timerman hizo estas declaraciones mientras en el terreno judicial, el juez federal Julián Ercolini prepara una nueva medida de prueba para avanzar con la investigación sobre las sospechas de corrupción en los negocios con Venezuela: pedir al Gobierno todos los cables diplomáticos enviados por la embajada en Caracas a la Cancillería desde 2004 hasta la actualidad.
